
Los Muiscas (muyska: persona, gente) pertenecieron al gran grupo racial y lingüístico ”Chibcha”. Por esto, los historiadores de los historiadores de los siglos XIX y XX los llamaron “Chibchas”; pero también eran Chibchas los Taironas, los Guambianos y algunos grupos de centro América hasta el Ecuador. los descendientes directos de los muiscas viven actualmente en localidades del distrito de Bogotá como Suba y Bosa, y en municipios vecinos como Cota, Chía y Sesquilé.
El territorio no es solo un lugar físico o biofísico, para los Mhuysqa de Sesquilé es un lugar construido por la cultura y la sabiduría de todos aquellos antepasados, para ellos tiene un significado muy valioso, el territorio es algo sagrado es su cuerpo, su espíritu, su pensamiento y así mismo cuidan de él.
Tal como decía Carlos Mamanché, Necesitamos nuestra tierra para cultivar, claro, pero también necesitamos descifrar y entender el territorio, eso es lo más importante; en él están las lagunas de Guatavita y de Iguake, las Piedras del Tunxho (Facatativá), el Salto del Tequendama, todos los lugares sagrados que definen el territorio ancestral. Lo que queremos es poder educar a la comunidad desde el territorio, con toda la enseñanza espiritual contenida en él. Por eso pensamos en revivir todo este territorio, vivirlo espiritualmente y de palabra sentir que todavía somos cuidadores, no sólo de Sesquilé sino de todo el mundo.
La reflexión para los Mhuysqa de Sesquilé se hace de manera personal, en círculos de palabra y en ceremonias con plantas como el tabaco, la qoka y el yagé que son sagradas.
La reflexión es la capacidad de reconocerse a sí mismos, de ser conscientes, de ver en su interior y encontrar el ser Mhuysqa, el mismo territorio ancestral, además es la capacidad de la autoobservación, del auto reconocimiento, del aprendizaje de sí mismo que les permite identificar el sentido de sus acciones.
Los Mhuysqa sentaron bases de una consciencia desde la reflexión personal y colectiva que se encamina a un desarrollo justo y equitativo sobre el amor a la naturaleza, un profundo sentido de la justicia y la solidaridad y todo un conjunto de ideas que dieron lugar a un pensamiento ambiental aplicable al presente.
El Qusmhuy para los Mhuysqa de Sesquilé es el cuerpo es el reflejo del mundo y del territorio, donde cada elemento cumple una función. Ademas es la escuela en donde alrededor del fuego se escuchan palabras que comparten en el fuego, Mamanché prendía 5 fuegos y cada fuego tenía una persona que lo cuidaba.
Antes existía una casa ceremonial que se llamaba “la cabaña”, allí se hacían las tomas de Ayahuasqa (Yagé), allí se concentraban los aprendi - ces de la comunidad con el sabedor Mayor Carlos Mamanché y apren - dían sobre medicina. Un día Mamanché se preguntó cuál sería el sitio apropiado para trabajar desde lo espiritual. Aquel día comió hoja de coca y tuvo una visión: iba volando por las montañas y de pronto sintió una marca de agua caliente. Regresó a ese lugar y decidió que en él esta - ría nuestra Casa Ceremonial. Mamanché en su trabajo empezó a hablar con Don Luis Chautá, el propietario del predio, para que le arrendase la finca. El trato fue que Don Luis le arrendaba la tierra y él construiría la cabaña. Así se construyó el primer Qusmhuy.
El Qusmhuy representa el mundo de la escritura antigua y su parte posterior el mundo contemporáneo, La cubierta de paja del Qusmhuy representa el mundo del cielo, es un lugar donde se lee el territorio y el universo a la vez, cada estantillo representa una montaña, los guayacanes simbolizan los lugares sagrados, en el Qusmhuy hay plantados cuatro grandes eucaliptos que representanel árbol sagrado, y en el interior del Qusmhuy se prenden los cinco fuegos que celebran el inicio de las diferentes épocas del año de acuerdo con las pautas solares.
Las mujeres de la comunidad han recuperado la práctica del tejido ancestral, convirtiéndolo en una alternativa productivo, han aprendido a tejer en telar y con las chaquiras y a tejer mochilas y mantas, En el tejido se refleja el sentido y el significado de la comunidad y del territorio para los Mhuysqa de Sesquilé la vida es un tejido que refleja toda su cultura, por esto las mujeres buscan espacios para reunirsen a tejer y compartir la palabra, fortalecer sus relaciones, y generar sus propios ingresos.
Actualmente las mujeres de la comunidad Mhuysqa de Sesquilé son trabajadoras de empresas floricultoras en las cuales se exponen su salud a químicos, se encuentran allí para poder obtener suficiente dinero y poder suplir las necesidades básicas de sus familias, este trabajo hace que se el tiempo con sus esposos, hijos y familiares sea muy poco, el papel de las mujeres es fundamental ya que para ellos es la fuerza femenina del territorio y de las relaciones.
-
http://muiscaspuebloindigena.blogspot.com.co/2012/10/los-muiscas-muyska-persona-gente-1-o.html
-
Los Muiscas - Julio Galindo - 2011 - Pag 9